Miguel Hernández contempla el Moncayo cien años después de haber nacido. El poeta que se dejó llevar, arrastrar y esparcir por esos vientos fértiles del pueblo llenos de autenticidad, sencillez y sabiduría natural, llega a nuestros campos, a nuestras casas y a nuestras conciencias para quedarse y recordarnos que el amor, la solidaridad y la poesía son útiles, mucho más en tiempos de crisis.
Con agradecido reconocimiento, le abrimos de par en par nuestro corazón para sembrar en él su talento poético, sensibilidad, compromiso y acción revolucionaria.
Trinidad Ruiz Marcellán Olifante. Ediciones de Poesía
http://www.olifante.com/festival2009/
Con agradecido reconocimiento, le abrimos de par en par nuestro corazón para sembrar en él su talento poético, sensibilidad, compromiso y acción revolucionaria.
Trinidad Ruiz Marcellán Olifante. Ediciones de Poesía
http://www.olifante.com/festival2009/